Medida:40x25 cm
Anahí estaba aburrida, no encontraba nada para hacer; para el colmo no la dejaban ver televisión...porque ya había mirado toda la mañana! Jugó un rato con sus muñecas pero nada parecía entretenerla.
-¿Qué puedo hacer?- se dijo- podría... -Podrías ir a respirar aire fresco, estas todo el día encerrada!- dijo la mamá mirándola desde el pasillo.
-¿Aire fresco?- pensó- ¿Qué tiene de divertido el aire fresco? Bueno, voy a darle una oportunidad.
Anahí caminó sin rumbo, su concentración estaba toda en no pisar los cuadraditos blancos de la vereda, estaban hechos de lava, solo podía pisar los negritos. Sin darse cuenta llegó a una plaza, el verde del césped parecía inflarse dentro de ella luego de entrar por sus ojos creando todo tipo de sensaciones; por un momento se sintió como en un cuento de hadas. Corrió por el césped persiguiendo mariposas hasta que sus piernas se cansaron y le dieron ganas de sentarse, miró a su alrededor y reflexionó donde podría hacerlo...-¿En ese banquito amarillo bajo el árbol? No, las palomas lo eligieron como baño privado. ¿En una de esas tres hamacas? Puede ser...
Se acercó a inspeccionarlas cuidadosamente; la de la izquierda no se veía muy confiable, estaba bastante chueca; a la del centro le faltaba un poquito de pintura y tenia un charco abajo; la de la derecha se veía bastante nueva...Elección realizada! Se sentó en la chueca, no quería ser la "chica fina" que necesita todo nuevo y brillante, además se dijo -No voy a hamacarme, solo quiero descansar un poquito-.
Se sentó con mucho cuidado y vio que la hamaca la aguantaba, y ésta, al estar un poco chueca, se meció un poco hacia adelante y hacia atrás...-Basta! No quiero hamacarme!- dijo Anahí , pero antes de darse cuenta ya estaba pensando en cuan alto podría llegar hamacándose, seguro más alto que todos los chicos...
Se hamacó el resto de la tarde, sintiendo el aire fresco en su cara redonda y volvió a su casa totalmente agotada. Entró en la cocina y dijo -Mamá tenías razón, tomar un poco de aire fresco fue divertido, pero no imaginé que podía ser tan agotador!
Todas las semanas Anahí atraviesa el mismo camino de lava para llegar a hamacarse en su hamaca chueca!